Me encantaría que hubiese un niño en mi familia para revivir este día tan mágico. Pero si lo pensamos bien, tampoco era tan fácil y tan bonito porque... los nervios y el estrés que pasábamos, ¿qué?
- Elige dos o tres regalos de entre más un millón de los que había en los catálogos y nos bombardeban por la tele.
-Escribe la carta con buena letra y sin faltas de ortografía (si no corrías el riesgo de que fuese tirada a la basura)
Por fín llega el día y piensas que ya todo es pan comido, pero no...
-Ve a la cabalgata y peléate por coger caramelos, por ver a los Reyes desde la primera fila, por gritar más que ningún niño (hay que hacerse notar para no caer en el olvido y, de paso, recordarles lo que te habías pedido).
- "Mamá, ¿y si no hay regalos para todos? porque había muchos niños..."
- Sí hijo, recuerda que son magos.
- Mamá, ¿y si no les da tiempo a dejarlos en todas las casas?"
- Sí hijo, recuerda que son magos y, además, va a haber muchos pajes ayudándoles.
-"Mamá, ¡¡¡¡¿y si llegan ahora a casa y ven que no estoy dormido?!!! Van a pasar de largo porque han dicho que teníamos que acostarnos pronto y van a empezar yaaaaaaa!!!"
- No te preocupes hijo, recuerda que son magos y empiezan por las casas donde saben que los niños ya están acostados.
Con esos de que los Reyes son magos, los mayores tenían excusas para rato...
Llegas a casa, ¿pan comido?, todavía no...
- Dúchate y cena en tiempo record. Prepara el barreño de agua para los camellos. Transpórtalo de la cocina al salón sin que se te desparrame ni una gota por el camino. Lleva una bandeja con polvorones y turrones para los Reyes. Tres copitas de champán o coca-cola para acompañar. Algunás más por si viene algún paje con ellos...
- Ponte a limpiar el zapato. Elige zona en el salón. Colócalo en su sitio (no vaya a ser que te traigan los regalos de otro). Revisa que el zapato siga ahí antes de irte a domir (no sea que sin zapato pasasen sin dejar nada...)
Por fín te vas a la cama pero el estrés no ha terminado...
- Oyes ruidos por la casa, ves sombras por la ventana, todavía con los ojos abiertos... "Seguro que han pasado y como me han visto despierto no me han dejado nada". Lloras. Vuelves a oir ruidos... hasta que el cansancio acumulado de todo el día hace que te duermas plácidamente.
Ya ha amanecido y el único momento de tensión que te queda es esperar a que se levante el hermano/a dormilón de turno para poder ver los regalos todos juntos. Por lo demás... todo ese estrés cobra sentido porque se ha transformado en ilusión, en alegría, ¡en magia!
Definitivamente: ¡quiero volver a ser niña! o mejor, ¡quiero un peque en mi vida! (durante el día de Reyes, claro... jajaja)
El caso es que el post que iba a hacer hoy no tenía nada que ver con esto (pero nada de nada). Me he liado escribiendo y ya no ha habido marcha atrás. Si alguien me lee hasta el final le doy un premio.
¡Que paséis unos felices Reyes! Y si sois de los que ya pasan de estas cosas... pensad en cómo lo está viviendo un niño y veréis cómo se os pone una sonrisa en la cara!
Que sepas que se me ha puesto esa sonrisa en la cara recordando los tiempos en que tenía tres personajillos viviendo esto que nos cuentas.
ResponderEliminarSi se le sabe dar en este día más importancia a la ilusión que al consumismo, es de lo más bonito de las navidades.
PD:...quiero mi premio!
me ha encantadooooo. Es monisimo este post :)
ResponderEliminarbeita!!!!! me debes un premio!!!!!!! QUE BONITOOOOOOO!!!!!! :)
ResponderEliminarSin duda, el dia más bonito y con más ilusión de todas las navidades!!!
vivan los niños, la magia y la ilusión!!!!!
:)
!Que bonito¡Y es verdad que cuando los niños crecen ya no es lo mismo.Tú lo cuentas muy requetebien y no cuestaningún trabajo llegar al final.
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